Respirar veneno de día no es nada bueno. Respirarlo de noche, cuando estás durmiendo, es peor. Por desgracia, la quema de basura dentro del pueblo de Hassilabied, asentado en el Erg Chebbi, en el Sur de Marruecos, es una mala práctica que unos pocos se resisten a extinguir.
Supongo que cualquiera puede darse cuenta de lo que supone respirar algo tan tóxico como el humo generado por la combustión del plástico, y otros materiales, con gasoil.
Son los propietarios de los albergues los que deberían tener mayor consideración hacia su pueblo, su negocio y el turismo. Cada año que pasa será más difícil esconder toda esa barbaridad de basura quemada y esparcida sin lógica alguna.